Control de calidad de educación busca cerrar brecha social en Latinoamérica

Washington, (EFE).- Un nuevo plan de control de calidad de la educación infantil busca cerrar la brecha social y económica en Latinoamérica, mediante una serie de propuestas presentadas este lunes en Washington por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El plan pide a los países latinoamericanos y del Caribe que inviertan más en educación infantil, pero sobre todo que dediquen el presupuesto a la mejora de los servicios en las escuelas públicas en lugar de a la construcción de nuevos centros.
Los Gobiernos de Latinoamérica y el Caribe invierten, de media, un 0,4 % de su Producto Interior Bruto (PIB) en educación infantil.   Según el informe, la inversión mínima es del 0,7 % del PIB, tal y como hacen los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La educación tiene consecuencias directas sobre la “habilidad de encontrar trabajo y la capacidad de generar ingresos”, ya que una buena educación básica incrementa en un 20 % la posibilidad de que el alumno vaya a la universidad, explicó a Efe el Jefe de la División de Protección Social y Salud del BID, Ferdinando Regalia.
Asimismo, los niños que atienden a centros educativos desde la más temprana infancia corren menor riesgo de verse envueltos luego en “criminalidad y violencia” y tendrán mejor “salud”, añadió.   La clave está en dirigir el presupuesto a la mejora de la calidad de los programas educativos y a la capacitación de los educadores, en lugar de construir más infraestructuras, que ha sido el terreno en el que más se ha avanzado en los últimos años, según los investigadores.
Las familias con menos recursos económicos, que no pueden pagar una educación privada, son los que dependen de los centros públicos, por lo que la falta de calidad en la educación pública acrecienta la brecha entre clases sociales.
Los niños de familias humildes “comienzan la escuela ya rezagados” ya que tras 5 años de educación pobre, se calcula que el alumno va con 1 año y medio de retraso de aprendizaje, que siempre le impedirá seguir el ritmo de la clase e irá un paso por detrás de los compañeros, según el jefe de Protección Social y Salud.
Más de 3,1 millones de niños menores de 3 años acuden a alguno de los más de 100.000 centros de cuidados infantiles registrados en la región, la mayoría públicos o con financiamiento público   En Brasil y Chile el porcentaje de niños atendidos en jardines de infancia se duplicó en la última década y en Ecuador se multiplicó por seis en los últimos 15 años, con lo que más de una tercera parte de niños de entre 0 y 3 años asisten a ese tipo de centros.

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