Episcopado muestra preocupación por violencia hacia mujer en Carta Pastoral
Santo Domingo, 17 ene (EFE).- La Conferencia del Episcopado Dominicano dedicó este martes su última Carta Pastoral a la mujer en la sociedad dominicana, señalando la cuestión de la violencia de género como uno de los principales males que afectan a la nación, y apuesta por la educación en el respeto para combatirla.
La Carta, publicada con motivo de la celebración del día de la Virgen de la Altagracia, a celebrarse el sábado próximo, señala también aspectos positivos para el género femenino, como el hecho de que la mujer dominicana se preocupa cada vez más por su propia formación y desarrollo.
En ese sentido, la misiva destaca que el 62,8 % de las matrículas y graduaciones universitarias corresponden a mujeres, frente a un 37,2 % de hombres.
También en el campo de la política se está tomando conciencia del aporte que la mujer, tal y como muestran los datos de las elecciones de mayo de 2016, donde el 44,32 % de los candidatos eran mujeres, y el 55,68 % hombres.
“Hemos de reconocer también el aporte que dan a nuestra economía nacional. El 54 % de las remesas recibidas en el país, a través de canales formales, provienen de mujeres migrantes”, señala el documento.
Frente a estas notas positivas, se hace notar que “la pobreza y el analfabetismo generan grandes problemas (…), como el embarazo en edad temprana, cuyas causas principales son la desintegración familiar, la falta de educación en valores, la mentalidad subjetiva, relativista y de consumo de nuestra sociedad actual.”
“Por otro lado, notamos que una espiral de violencia invade los espacios de la sociedad dominicana” en diversos escenarios, entre ellos el intrafamiliar; el laboral; el vinculado a un contexto social y cultural, donde se somete a la mujer por el hecho de serlo; y en conflictos de parejas y exparejas, señala la Pastoral.
En cuanto a la trata de personas, la misiva señala que el país ha sido identificado como proveedor de mujeres para el negocio de la prostitución a nivel internacional, una lacra ante la que el Episcopado confía que se hagan mayores esfuerzos en la aplicación de ley 137-03 que condena la trata ilícita de seres humanos.
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