Un atentado terrorista en Barcelona provoca al menos 13 muertos

El terrorismo ha golpeado hoy Barcelona y ha dejado al menos 13 muertos y unos 80 heridos en el atentado más grave que sufre España desde el 11-M (y el primero yihadista desde entonces). Ese es el balance que a última hora arroja el ataque cometido antes de las cinco de la tarde con una furgoneta en La Rambla, en pleno corazón de la capital catalana. Los Mossos confirman que se trata de un atentado terrorista coordinado y detuvieron a dos personas: uno es el hombre que alquiló la furgoneta y el otro murió durante el dispositivo de captura; antes, había atropellado a dos policías en la avenida Diagonal, a la salida de Barcelona. El terror se ha extendido en el centro de la ciudad, que ha sido evacuado mientras la policía busca a los autores del atentado. Estado Islámico ha reivindicado a última hora la autoría del atentado.

El caos ha reinado por la tarde en el centro de Barcelona. Poco antes de las cinco de la tarde, centenares de personas corrían en estampida por las calles de la ciudad después de que una furgoneta arrollara a decenas de personas a lo largo de un tramo de unos 500 metros, desde la plaza de Catalunya hasta enfrente del teatro del Liceu. El vehículo, una furgoneta Fiat de color blanco, entró en la zona central y peatonal de la Rambla desde una de las zonas más concurridas de Barcelona, la plaza de Catalunya, con una forma de operar similar a los atentados ocurridos en Berlín, Niza y Estocolmo. La inexistencia de pilonas en el paso de peatones facilitó que la furgoneta pudiera subir a la calzada central del bulevar barcelonés.

“Caminábamos hacia la Rambla cuando hemos visto cómo una furgoneta blanca empezaba a atropellar a gente. Hemos visto ciclistas saltando por los aires, gente saltando por los aires... Ha sido horrible”, explica en una calle adyacente Ellen Vercamm, una turista belga que fue testigo directa del atropello.
El último balance, según la Generalitat, es de 13 muertos y 80 heridos, 15 de ellos de gravedad. Los heridos han sido repartidos en varios hospitales de la ciudad. Además de pedir a la ciudadanía que se quedara en casa, las autoridades han hecho un llamamiento a donar sangre ante la tragedia. La Generalitat no descarta, además, que la cifra de fallecidos pueda incrementarse dado el estado en el que se hallaban muchos afectados.
La incertidumbre y el pánico han cundido en el centro de Barcelona, donde la gente ha salido en estampida al toparse con el vehículo. Una hora después, los Mossos d’Esquadra confirmaron que se trataba de un atentado terrorista. La policía ha detenido a Driss Oukabir, que alquiló la furgoneta en Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona). Sin embargo, la policía catalana ha hallado un segundo vehículo —con el que supuestamente debían huir algunos de los autores del crimen— en las cercanías de una hamburguesería de Vic. De hecho, los Mossos barajan que dos personas más hayan participado en ese atropello masivo y deliberado.


El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha suspendido sus vacaciones y ha hablado por teléfono con el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, y con los líderes de los partidos de la oposición tras el atropello. Un gabinete de crisis, compuesto por las autoridades autonómicas, la Delegación del Gobierno, los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil, se reúne en Barcelona para estudiar la situación. Rajoy se dirige a Barcelona junto a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Interior, Ignacio Zoido.